Somalia es probablemente el país del mundo más hostil a los cristianos, dice The Economist (24-10-2009). La milicia islamista Shabab, que domina la mayor parte del sur del país desde 2005, los persigue y aniquila sistemáticamente.

Las iglesias y cementerios cristianos han sido destruidos. Centenares de fieles han sido asesinados. Ser sorprendido con una biblia acarrea la ejecución inmediata.

Solo hay ya alrededor de un millar de cristianos, todos somalíes. Las últimas monjas que quedaban en la capital, Mogadiscio, fueron expulsadas hace dos años.

El gobierno de transición de Sharif Sheid Ahmed, único oficialmente reconocido, y que solo domina un pequeño territorio del sur, no alza la voz en defensa de los cristianos. Aunque se declara moderado, profesa una versión de la sharía donde no hay lugar para ellos. Según su ley, todo somalí es musulmán por nacimiento, y todo el que se convierte a otra religión incurre en apostasía, delito castigado con la muerte.