Vivencias desde Lourdes
Acabamos de pasar unos días en Lourdes con los hermanos de la Parroquia, maravillado una vez más de cómo nuestra queridísima Madre reune en torno a sí a tantos y tantos hijos que en ese ambiente tan especial le cantan y rezan las alabanzas y peticiones del Ave María, además se puede constatar también como en tantos santuarios marianos, que María nos lleva a :
Jesús, pues en todos los santuarios marianos no falta la presencia de Jesús en la Eucaristía y Ella nos dice como en las bodas de Caná : “Haced lo que El os diga”.
Rezando y meditando los misterios del Santo Rosario, tan presente en todo el recinto y las Iglesias, actualizamos y vivimos los momentos más fundamentales de nuestra salvación, para conseguir que formen parte esencial de nuestra vida.
Y en el Via Crucis, acompañamos a Jesucristo unidos inseparablemente de nuestra Madre en su camino de pasión muerte y resurrección, y aunque a veces de manera un poco obligada como el cirineo, llevemos nuestra cruz ayudando como la Verónica a los demás a sobrellevar las suyas, para que así como dice la oración, por su Pasión y su Cruz seamos llevados a la Gloria de la Resurrección por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
Acabamos de pasar unos días en Lourdes con los hermanos de la Parroquia, maravillado una vez más de cómo nuestra queridísima Madre reune en torno a sí a tantos y tantos hijos que en ese ambiente tan especial le cantan y rezan las alabanzas y peticiones del Ave María, además se puede constatar también como en tantos santuarios marianos, que María nos lleva a :
Jesús, pues en todos los santuarios marianos no falta la presencia de Jesús en la Eucaristía y Ella nos dice como en las bodas de Caná : “Haced lo que El os diga”.
Rezando y meditando los misterios del Santo Rosario, tan presente en todo el recinto y las Iglesias, actualizamos y vivimos los momentos más fundamentales de nuestra salvación, para conseguir que formen parte esencial de nuestra vida. 
Y en el Via Crucis, acompañamos a Jesucristo unidos inseparablemente de nuestra Madre en su camino de pasión muerte y resurrección, y aunque a veces de manera un poco obligada como el cirineo, llevemos nuestra cruz ayudando como la Verónica a los demás a sobrellevar las suyas, para que así como dice la oración, por su Pasión y su Cruz seamos llevados a la Gloria de la Resurrección por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén. 
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