El Espíritu Santo y la vida cristiana
A partir del Bautismo, el Espíritu divino habita en el cristiano como en su templo. Gracias a la fuerza del Espíritu que habita en nosotros, el Padre y el Hijo vienen también a habitar en cada uno de nosotros.
El don del Espíritu Santo es el que:
nos eleva y asimila a Dios en nuestro ser y en nuestro obrar;
nos permite conocerlo y amarlo;
hace que nos abramos a las divinas personas y que se queden en nosotros.
La vida del cristiano es una existencia espiritual, una vida animada y guiada por el Espíritu hacia la santidad o perfección de la caridad. Gracias al Espíritu Santo y guiado por Él, el cristiano tiene la fuerza necesaria para luchar contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios.
Dones
Para que el cristiano pueda luchar, el Espíritu Santo le regala sus siete dones, que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu. Estos dones son:
Don de Ciencia: es el don del Espíritu Santo que nos permite acceder al conocimiento. Es la luz invocada por el cristiano para sostener la fe del bautismo.
Don de consejo: saber decidir con acierto, aconsejar a los otros fácilmente y en el momento necesario conforme a la voluntad de Dios.
Don de Fortaleza: es el don que el Espíritu Santo concede al fiel, ayuda en la perseverancia, es una fuerza sobrenatural.
Don de Inteligencia: es el del Espíritu Santo que nos lleva al camino de la contemplación, camino para acercarse a Dios.
Don de Piedad: el corazón del cristiano no debe ser ni frío ni indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.
Don de Sabiduría: es concedido por el Espíritu Santo que nos permite apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra divina.
Don de Temor: es el don que nos salva del orgullo, sabiendo que lo debemos todo a la misericordia divina.
Símbolos
Al Espíritu Santo se le representa de diferentes formas:
Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento.
Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo. En el sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser testigo de Cristo.
Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu.
Nube y luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así desciende sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor, en la Transfiguración, el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube.
Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la unción del Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano.
La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos, trasmiten el "don del Espíritu".
La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de paloma y se posa sobre Él.
Consagración al Espíritu Santo
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagracion perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén
Muy noble y religioso... Me ha gustado.
ResponderEliminar¡FELIZ PENTECOSTÉS! MUY UNIDOS EN ESTA ESPERA DEL
ResponderEliminarESPÍRITU SANTO.¡ VEN PADRE DE LOS POBRES!
¡MUY BONITO TU BLOG.!
DIOS TE BENDIGA.
GRACIAS FERNANDO POR VISITAR MI BLOG. ENCANTADA
ResponderEliminarDE CONOCERTE.
QUE TODOS LOS DÍAS INVOQUEMOS AL GRAN DESCONOCIDO;
"EL ESPÍRITU SANTO."
MUCHAS BENDICIONES PARA TI Y PARA TU FAMILIA.
DIOS TE BENDIGA.
Que bloc más HERMOSO.....Gracias por visitarme...Saludos
ResponderEliminarEn las siguientes páginas estudiares enseñanzas del bautismo del Espíritu Santo, a los que se refieren, entre otros, los siguientes textos bíblicos. En la Biblia también se lo llama de otras maneras, como: Ser llenos del Espíritu Santo, el don del Espíritu Santo, la promesa del Padre, poder de lo alto, y así por el estilo. Pero nosotros lo llamaremos el bautismo del Espíritu Santo en este estudio:
ResponderEliminar- (Mt 3:11) Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
- (Hch 1:4-5) Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
- (Hch 11:15-17) Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces me acordé por lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?
La Biblia no habla mucho sobre esto, pero era muy importante en la vida de los discípulos: Sin eso, sus ministerios habrían sido muy limitados. Ellos necesitaron esa experiencia para llevar adelante la tarea que Dios había planeado para ellos. Jesús dijo que no debían irse de Jerusalén antes de tener esta experiencia (ver arriba: Hch 1:4-5).
Niilo Yli-Vainio, un famoso predicador en las décadas del 70 y del 80 también se refiere a esto. Escribió sobre el significado de ello en su propia vida:
“Aún si se me ofrecieran todos los tesoros del mundo, y yo podría seguir siendo un creyente, pero a cambio tendría que dejar el bautismo del Espíritu Santo, ni siquiera lo pensaría. No hay nada en este mundo que podría reemplazar este regalo. Agradezco, honro y alabo a Dios por haber enviado su Espíritu Santo y por el hecho de que por su gracia yo también he recibido mi parte de Él. Tú también puedes recibir esta bendición – como un regalo.”
http://www.jariiivanainen.net/elbautismodelespiritusanto.html