Fernando Giménez Barriocanal, durante la entrevista con ABC
Afirma que a pesar de que «no hay dinero público en la financiación» de la visita del Papa, la JMJ será auditada por una empresa internacional
Afirma que a pesar de que «no hay dinero público en la financiación» de la visita del Papa, la JMJ será auditada por una empresa internacional
Fernando Giménez Barriocanal (Madrid, 1967) es gerente de la Conferencia Episcopal, presidente y consejero delegado de la Cadena Cope y desde hace un par de años también director financiero de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Su trabajo dentro de la Iglesia se ha caracterizado siempre por la eficacia, la transparencia y la austeridad. Tres criterios que marcan ahora la organización de este encuentro, que se celebrará el próximo mes de agosto en Madrid y que contará con la presencia del Papa.
—A menos de un mes de la visita de Benedicto XVI, ¿se mantiene el presupuesto inicial de 50 millones de euros para organizar la JMJ?
—Aproximadamente. Nosotros pensamos que, sin contar lo que es la manutención de cada uno de los peregrinos, vamos a estar en torno a los 50 millones de euros de ingreso y de gasto.
—¿De dónde provienen los fondos?
—Tres de cada cuatro euros los aportan los propios peregrinos, por lo que no supone ningún coste para el contribuyente. El resto proviene de empresas y particulares, ya sea a través de patrocinios o de donativos que realiza la gente. Lo importante es que todo es dinero privado, no hay dinero público en la financiación de la JMJ.
—Si la mayor parte la aportan los peregrinos, ¿el número actual de inscritos garantiza ese porcentaje de financiación de la JMJ?
—Probablemente sí. A día de hoy podemos decir que cerca del 80% de los peregrinos ya han realizado las contribuciones, lo cual nos permite tener casi el 85% de la financiación necesaria para la realización del evento. Todavía resta un 15%, por lo que seguimos necesitando que la gente haga aportaciones, que haya donativos, más colaboración empresarial y que los peregrinos se sigan inscribiendo.
—La Iglesia ha recibido muchas críticas por el marco de grave crisis económica en la que se celebra la JMJ...
—Yo creo que los que opinan eso no se dan cuenta de que están tirando piedras contra su propio tejado. La JMJ es una enorme oportunidad desde el punto de vista económico. Hay que pensar que mucha gente viene de fuera y aporta ingresos. Hay que pensar que va haber miles de hosteleros de Madrid y alrededores que van a obtener importantes ingresos gracias a todos los que vienen a la JMJ. Lo que no hay en la JMJ son gastos suntuosos, ni despilfarros y sí una enorme transparencia en la gestión y el control de los recursos.
—¿Cómo son esos controles?
—En primer lugar, un presupuesto muy detallado de cantidades máximas por cada uno de los conceptos. Eso quiere decir que tenemos previsto hasta cuántas flores van en cada escenario y su presupuesto. Eso es muy importante. En segundo lugar, muchos de los grandes contratos han salido a concurso público y publicados en la web de la JMJ para que las empresas que querían participar lo pudieran hacer. En tercer lugar, en los contratos menores se ha acudido a los especialistas para pedirles presupuesto. También se han rechazado empresas que han podido estar vinculadas con algún tipo de operación que pudiéramos pensar que no estaban en consonancia con la JMJ. Intentamos hacerlo de la mejor manera posible, teniendo en cuenta que vamos a ser auditados por una firma internacional y que nos ha pedido que establezcamos estos controles.
—¿Es la primera vez que se va a auditar una JMJ?
—Sí. Por eso, tenemos toda la documentación a disposición para que quede muy claro que cada euro que se ha gastado la JMJ tiene justificación.
—En este contexto de crisis, ¿las empresas y los particulares se han volcado para ayudar a este evento?
—Creo que hay que ser realista, las empresas en general están en una situación difícil y eso provoca que no haya muchas alegrías en ese sentido, pero todo el mundo tiene una enorme sensibilidad y eso también hay que agradecerlo. También hay que agradecer el papel que ha hecho la Fundación Madrid Vivo. Por último, es encomiable la multitud de donativos pequeños que se reciben de personas anónimas.
—Algunos partidos políticos y sectores de la sociedad piensan el coste de la JMJ va a ser asumida por los contribuyentes o por el Estado ¿Cuál es concretamente la ayuda que se recibe del Estado y de las administraciones públicas?
—El Estado y las administraciones públicas contribuyen en garantizar el orden público como hacen en cualquier otro evento porque es un mandato constitucional. También nos ofrecen aquellas instalaciones y servicios que ya tiene el Estado, como los colegios y los polideportivos, pero entendiendo que todos aquellos consumos que se realicen con motivo de la JMJ son costeados por la organización de la JMJ. En tercer lugar, el evento ha sido declarado, junto a otros quince, de excepcional interés dentro la Ley de Presupuesto, lo cual implica que las empresas que anuncian y ponen el logo de la JMJ o donan dinero se pueden deducir una parte de sus impuestos. Para que nos hagamos una idea, la JMJ va a consumir aproximadamente el 8% de los recursos que va a perder el Estado por este motivo, mientras que el 92% restante corresponde a los demás eventos que han sido declarados de excepcional interés y de los cuales la gente no protesta. Lo importante es que la JMJ tendrá coste cero para el contribuyente.
—¿Y los beneficios?
—Gracias a la JMJ probablemente habrá menos déficit público este año porque los ingresos que se van a generar al Estado por recurso IVA, por ingresos turísticos, por impuesto sobre sociedades de las empresas, que van a facturar y que luego van a pagar impuestos, son inmensamente superiores a los beneficios fiscales que pueden estar en torno a los 15 y los 30 millones de euros, que es lo van a desgravar las empresas en el mejor de los casos. En cambio, los recursos por IVA, sociedades y demás que se van a generar pueden ser más del doble. Por tanto no va a tener coste para el contribuyente sino que gracias a la JMJ va a haber más ingresos para las administraciones públicas este año. Es un buen negocio para las administraciones públicas y para las empresas.
—Las JMJ de Sidney o Colonia ¿Siguieron este modelo de financiación?
—En este caso no hemos solicitado una subvención directa de las administraciones públicas porque hemos pensado que con todo lo que ponían a nuestra disposición era más que suficiente.
—Eso quiere decir que las subvención directa del Estado sí se ha utilizado para otras JMJ
—Sí, sin duda. Nuestro modelo es mucho más austero y que de alguna manera hace recaer el coste de la JMJ sobre la sociedad civil.
—¿Hay que pagar para ver al Papa?
—Para ver al Papa no habido que pagar nunca ni va a haber que pagar en esta ocasión. Los actos de Cibeles y Recoletos son abiertos. Y en Cuatro Vientos hemos habilitado unas parcelas para que los inscritos —primando aquellos que vienen de países con menos recursos— estén lo más cerca posible del Papa. Pero también hemos habilitado grandes zonas para que cualquiera que quiera venir pueda hacerlo. Sería estupendo que contribuyeran porque todo cuesta dinero, pero todo el mundo que quiera ver al Papa será bienvenido. Es más, hay que animar a todos para que vengan y escuchen lo que el Papa nos quiere decir.
Me ha encantado esta entrevista.claridad claridad y mas claridad, habrá muchos que como no entienden ni quieren, lo deforman y critican, pero es como muy bien dice: ellos mismos se echan tierra.La verdad sale siempre triunfante. Un abrazo.
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