La
cristofobia y la lucha por el alma del mundo
Es
difícil hablar de tiempos de sosiego para la fe cristiana, la lista de
acontecimientos antirreligiosos podría ser interminable y con material nuevo y
actualizado todos los días
Mientras en Estados Unidos se le prohíbe a una niña llevar un rosario
a la escuela por ser un elemento que la podría identificar como perteneciente a
una pandilla (cf. http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=609505),
en Pakistán otra pequeña es acusada de blasfemia por un error ortográfico (cf.
ReligiónenLibertad
28.09.11).
Mientras en Inglaterra se busca eliminar la referencia histórica de
Cristo como centro de la historia tomando como excusa una inexistente ofensa a
las demás religiones y a los no creyentes, sustituyendo el antes y después de
Cristo por “Era Común” y “antes de la Era Común” (cf. ForumLibertas
05.10.11), en La India los cristianos del estado de Orissa siguen siendo
perseguidos continuamente, según destaca un informe reciente (cf. Zenit
11.08.11).
Mientras en el Occidente laicista algunos les llaman “ratas” (cf. ABC
01.12.10), en el oriente integrista se les cataloga de “cerdos” (cf. InfoCatólica
16.09.11).
Mientras una mujer de 72 años es denunciada en California, Estados Unidos, por levantar una cruz en su jardín por
considerarla una estructura prohibida (cf. La
Razón 26.09.11), en Suiza grupos de musulmanes piden que se quite la
cruz de la bandera nacional por no representar con ello la multiculturalidad del
país, a pesar de que en muchos de los lugares de origen de estas personas
las banderas
contienen elementos meramente islámicos y no existe de manera efectiva una
separación entre estado y confesión religiosa (cf. Libertad
Digital 22.09.11).
Mientras grandes plataformas de medios de comunicación como Google,
Apple, Facebook y Twitter, desarrollan claramente políticas de censura
anticristiana, según un informe del National Religious Broadcasters (NRB), de
Virginia, Estados Unidos (cf. Zenit 09.10.11), en
Pakistán cada año, cerca de 1.000 niñas cristianas e hindúes son secuestradas y
violadas por radicales musulmanes, y muchas veces obligadas al matrimonio
islámico o asesinadas bajo la mirada inoperante de quienes tienen a su cargo la
justicia y el derecho (cf. Agencia
Fides 11.10.11).
No se puede dejar de mencionar aquí al hombre que fue condenado a
muerte en Irán por el hecho de convertirse al cristianismo (cf. La
Razón 28.09.11) y cuyo caso fue enviado de nuevo al poder judicial
que lo juzgó por el tribunal supremo por considerar que no se investigó
suficientemente (cf. ACI 12.10.11), o el
futbolista que fue detenido en Arabia Saudita por llevar un tatuaje de Cristo
(cf. ACI
10.10.11).
Qué decir también de la masacre que el mundo presenció en Egipto el
pasado 9 de octubre de 2011, en donde, según
parece, las fuerzas armadas, encargadas de la “seguridad” se abalanzaron con sus
coches blindados contra cristianos coptos que protestaban por la demolición de
una iglesia en la provincia de Asuán, al sur del país (cf. ForumLibertas
10.10.11).
La lista de acontecimientos como los anteriormente citados podría ser
interminable y con material nuevo y actualizado todos los días. ¿A qué se debe que aquellas zonas
geográficas, que han sido el hogar del cristianismo por muchos siglos, en los
que ha dejado un profundo legado humano, histórico y cultural innegable, se
estén convirtiendo ahora en tierras inhospitalarias?
Siendo honestos, es difícil hablar
de tiempos de sosiego para la fe cristiana. Su historia ha estado sembrada desde
sus albores con todo tipo de acosos. Los cristianos parecen haberse convertido
en extranjeros incómodos a quienes se puede vilipendiar por ser lo que son y
creer en lo que creen. A pesar de todo este panorama preocupante, el cristianismo sigue
arrojando focos de luz allí donde es vivido con autenticidad y
valentía.
Lo demuestran los fieles en Pakistán, que piden al gobierno que no se
condene a muerte al fundamentalista islámico (Mumtaz Qadri) que asesinó a Salman
Taseer, gobernador del estado de Pujab y defensor de las minorías religiosas
contra la injusta ley de blasfemia en este país. Contrario a lo que podría ser
previsible, los cristianos no alegan una justicia disfrazada de venganza
pidiendo la muerte del homicida. En estas circunstancias han optado por dar
testimonio de la defensa de la vida y su carácter sagrado, incluso si se trata
de la vida de un asesino confeso. No está demás mencionar, para darse cuenta del
contraste, que los grupos extremistas siguen exigiendo la liberación de Qadri
elogiándolo “por matar a un blasfemo” (cf. Agencia
Fides 10.10.11).
Igualmente, es testigo de esta luz el 80% de matrimonios con
problemas que los superan después de acudir a la Iglesia (cf. europapress
03.10.11), antes de tomar la salida fácil que constituye el
divorcio.
Cabe también mencionar las 950.000 personas atendidas en 2010 por la
Cáritas en España, de las que el
74% de ellas eran familias (cf. Hispanidad
10.10.11) o los 400 mil dólares que el Papa donó para paliar la dramática
situación que vive hoy día el Cuerno de África (cf. News.va
08.10.11). Hechos sencillos como estos, dejan ver que el cristianismo sigue
siendo para el mundo lo que el alma es para el cuerpo. No necesita más apología
que ser él mismo, pues tiene un papel insustituible en la historia humana y en
la “lucha por el alma del mundo” (cf. Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la
esperanza).
De igual manera, Benedicto XVI recordaba esta misión a los fieles en
Lamezia Terme y Serra San Bruno (Italia) en su viaje apostólico de octubre de
2011: “¡No tengáis miedo de vivir y testimoniar la fe en los varios ámbitos de
la sociedad, en las múltiples situaciones de la existencia humana! Tenéis todos
los motivos para mostraros fuertes, confiados y valerosos, gracias a la luz de
la fe y a la fuerza de la caridad (cf. VIS
09.10.11).
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miércoles, 26 de octubre de 2011
La cristofobia y la lucha por el alma del mundo
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¡Impresionante! Gracias por compartir este artículo. Vale la pena estar consciente de esta situación y rezar por cada uno de nuestros hermanos que sufren a causa de Cristo... ¡Bienaventurados sean!
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