Del Tratado de Tertuliano, presbítero, Sobre la prescripción de los herejes
(Cap. 20, 1-9; 21, 3; 22, 8-10: CCL 1, 201-204)
LA PREDICACIÓN APOSTÓLICA
Cristo Jesús, nuestro Señor, durante su vida terrena, iba enseñando
por sí mismo quién era él, qué había sido desde siempre, cuál era el
designio del Padre que él realizaba en el mundo, cuál ha de ser la
conducta del hombre para que sea conforme a este mismo designio; y lo
enseñaba unas veces abiertamente ante el pueblo, otras aparte a sus
discípulos, principalmente a los doce que había elegido para que
estuvieran junto a él, y a los que había destinado como maestros de las
naciones.
Y así, después de la defección de uno de ellos, cuando
estaba para volver al Padre, después de su resurrección, mandó a los
otros once que fueran por el mundo a adoctrinar a los hombres y
bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Los
apóstoles -palabra que significa «enviados»-, después de haber elegido a
Matías, echándolo a suertes, para sustituir a Judas y completar así el
número de doce (apoyados para esto en la autoridad de una profecía
contenida en un salmo de David), y después de haber obtenido la fuerza
del Espíritu Santo para hablar y realizar milagros, como lo había
prometido el Señor, dieron primero en Judea testimonio de la fe en
Jesucristo e instituyeron allí Iglesias, después fueron por el mundo
para proclamar a las naciones la misma doctrina y la misma fe.
De
modo semejante, continuaron fundando Iglesias en cada población, de
manera que las demás Iglesias fundadas posteriormente, para ser
verdaderas Iglesias, tomaron y siguen tomando de aquellas primeras
Iglesias el retoño de su fe y la semilla de su doctrina. Por esto
también aquellas Iglesias son consideradas apostólicas, en cuanto que
son descendientes de las Iglesias apostólicas.
Es norma general
que toda cosa debe ser referida a su origen. Y, por esto, toda la
multitud de Iglesias son una con aquella primera Iglesia fundada por los
apóstoles, de la que proceden todas las otras. En este sentido son
todas primeras y todas apostólicas, en cuanto que todas juntas forman
una sola. De esta unidad son prueba la comunión y la paz que reinan
entre ellas, así como su mutua fraternidad y hospitalidad. Todo lo cual
no tiene otra razón de ser que su unidad en una misma tradición
apostólica.
El único medio seguro de saber qué es lo que
predicaron los apóstoles, es decir, qué es lo que Cristo les reveló, es
el recurso a las Iglesias fundadas por los mismos apóstoles, las que
ellos adoctrinaron de viva voz y, más tarde, por carta.
El Señor
había dicho en cierta ocasión: Tendría aún muchas cosas que deciros,
pero no estáis ahora en disposición de entenderlas; pero añadió a
continuación: Cuando venga el Espíritu de verdad, os conducirá a la
verdad completa; con estas palabras demostraba que nada habían de
ignorar, ya que les prometía que el Espíritu de verdad les daría el
conocimiento de la verdad completa. Y esta promesa la cumplió, ya que
sabemos por los Hechos de los apóstoles que el Espíritu Santo bajó
efectivamente sobre ellos.
RESPONSORIO Jn 12, 21-22; Rm 9, 26
R. Se acercaron a Felipe algunos
gentiles y le hicieron este ruego: «Señor, queremos ver a Jesús.» *
Felipe fue a decírselo a Andrés; y en seguida Andrés y Felipe se lo
dijeron a Jesús. Aleluya.
V. Ahí donde se dijo: «No sois mi pueblo», serán llamados «hijos del Dios vivo».
R. Felipe fue a decírselo a Andrés; y en seguida Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. Aleluya.
Gracias.
ResponderEliminarMany Thanks for the shared this informative and interesting post with me.
ResponderEliminarBlog and News Games
io gamesbx 2r
GamesBX 2 app
Kids Gamesbx 2
Surviv io