Tras recordar la preocupación del Santo Padre ante la falta de respeto a la libertad religiosa - «derecho del hombre, que es en realidad el primer derecho, porque históricamente ha sido afirmado en primer lugar, y porque, por otra parte, tiene como objeto la dimensión constitutiva del hombre, es decir, su relación con el Creador» - Mons Mamberti citó nuevamente el mensaje de Benedicto XVI, poniendo en guardia ante la errada visión que identifica ‘libertad’ con relativismo o agnosticismo militante, llegando incluso a poner en duda el conocimiento de la verdad. Factores que subyacen en los crímenes de odio contra los cristianos.
Pues «en efecto, en la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios, a cuya luz se comprende plenamente la identidad, el sentido y el fin de la persona. Negar o limitar de manera arbitraria esa libertad, significa cultivar una visión reductiva de la persona humana, oscurecer el papel público de la religión; significa generar una sociedad injusta, que no se ajusta a la verdadera naturaleza de la persona humana; significa hacer imposible la afirmación de una paz auténtica y estable para toda la familia humana».
«Dirigiendo nuestra mirada de Oriente a Occidente, nos encontramos frente a otros tipos de amenazas contra el pleno ejercicio de la libertad religiosa», advertía el Papa en su discurso al Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede, de comienzos de año, pensando, en primer lugar, «en los países que conceden una gran importancia al pluralismo y la tolerancia, pero donde la religión sufre una marginación creciente. Se tiende a considerar la religión, toda religión, como un factor sin importancia, extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador, y se busca por diversos medios impedir su influencia en la vida social».
Se llega así a «exigir que los cristianos ejerzan su profesión sin referencia a sus convicciones religiosas o morales, e incluso en contradicción con ellas, como, por ejemplo, allí donde están en vigor leyes que limitan el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios o de algunos profesionales del derecho».
Según cifras de la Conferencia Episcopal, entre 1984 y septiembre de 2011, en el país han sido asesinados dos obispos, 79 sacerdotes, ocho religiosas y religiosos, así como tres seminaristas. Hoy asesinaron a uno de 32 años y dos de ordenado
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