Nuestra Señora de Guadalupe
Virgencita del Tepeyac
que con el dulce nombre de Guadalupe
quisiste ser la madre amorosa de los mexicanos.
Hoy acudo a ti,
con la fe grande de los desamparados,
para poner en tu regazo,
mis penas y mi destino.
Cristo-Jesús, el hijo de tus entrañas,
Redentor y Señor nuestro
puso en tus manos
el poder de sanar a tu hijos enfermos.
Por eso proclamaste tu misericordia
curando a Bernardino
y al peregrino flechado,
en las primeras alegrías de nuestra fe en ti.
Si así lo quieres repite en
(mí o el nombre de la persona enferma)
este milagro.
Porque polvo somos sin tu protección,
ya que solo nuestro amor,
y la fe en tí,
descansa nuestra esperanza.
Madrecita mía de Guadalupe
hágase tu voluntad y tu misericordia,
aquí en la tierra como en el cielo. Amén.
Tengo en casa el libro sobre la historia y milagro de la Virgen de Guadalupe y me impresionó mucho cuando lo leí.Saludos navideños
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