
miércoles, 30 de diciembre de 2009
EL VERBO HECHO CARNE NOS DEIFICA

viernes, 25 de diciembre de 2009
Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos

Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado a la vida.
Al llegar el momento dispuesto de antemano por los impenetrables designios divinos, el Hijo de Dios quiso asumir la naturaleza humana para reconciliarla con su Creador; así el diablo, autor de la muerte, sería vencido mediante aquella misma naturaleza sobre la cual él mismo había reportado su victoria.
Por eso, al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Gloría a Dios en el cielo, y proclaman: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Ellos Ven, en efecto, que la Jerusalén celestial se va edificando por medio de todas las naciones del orbe. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequenez humana ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?
Demos, por tanto, amadísimos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo en el Espíritu Santo, pues, por la inmensa misericordia con que nos amó, ha tenido piedad de nosotros y, cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo, para que fuésemos en él una nueva creatura, una nueva obra de sus manos. Despojémonos, por tanto, del hombre viejo y de sus acciones y, habiendo sido admitidos a participar del nacimiento de Cristo, renunciemos a las obras de la carne. Reconoce, oh cristiano, tu dignidad y, ya que ahora participas de la misma naturaleza divina, no vuelvas a tu antigua vileza con una vida depravada. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. Ten presente que has sido arrancado del dominio de las tinieblas y transportado al reino y a la claridad de Dios.
Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas un huésped tan excelso, ni te entregues otra vez como esclavo del demonio, pues el precio con que has sido comprado es la sangre de Cristo.
jueves, 24 de diciembre de 2009
LA VERDAD BROTA DE LA TIERRA Y LA JUSTICIA MIRA DESDE EL CIELO

domingo, 20 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
Frases navideñas
martes, 8 de diciembre de 2009
María es la "llena de gracia", del griego "kecharitomene" que significa una particular abundancia de gracia

Y luego el franciscano hizo estos cuestionamientos:
1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.
2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original?Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.
3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Entonces Scotto exclamó:
Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.
sábado, 5 de diciembre de 2009
ESPERAMOS LO QUE NO VEMOS
ESPERAMOS LO QUE NO VEMOS
Éste es el precepto de nuestro Señor y Maestro: El que persevere hasta el fin se salvará. Y también: Si per manecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos, llegaréis al conocimiento de la verdad y la verdad os librará de la esclavitud.
Es necesario, hermanos muy queridos, tener paciencia y perseverar, para que, después de haber sido admitidos a la esperanza de la verdad y de la libertad, podamos alcanzar esa misma verdad y libertad; porque el hecho de ser cristianos nos exige la fe y la esperanza; pero, para que esta fe y esta esperanza puedan obtener su fruto, nos es necesaria la paciencia.
Pues nosotros no buscamos la gloria presente, sino la futura, conforme a lo que el apóstol san Pablo nos enseña, diciendo: Sólo en esperanza poseemos nuestra salvación; porque la esperanza que ve a su alcance el objeto no es esperanza. ¿Cómo puede alguien esperar lo que tiene ya a su alcance? Pero si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos con anhelo y constancia. La esperanza y la paciencia son necesarias para llevar a buen término lo que hemos empezado, y para alcanzar lo que esperamos y creemos apoyados en la promesa divina.
Finalmente, en otro lugar el mismo Apóstol exhorta a los justos, a los que obran el bien y acumulan tesoros en el cielo que les producirán intereses en bienes divinos, a que sean perseverantes, diciendo: Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a los miembros de la Iglesia. No nos cansemos de practicar el bien; que a su tiempo cosecharemos.
Recomienda aquí que nadie, por impaciencia, deje de obrar el bien, que nadie, vencido o desanimado por las tentaciones y las dificultades, se detenga en la mitad del camino de la justificación y de la gloria, para que no pierda el mérito de las buenas acciones por no haber llevado a su fin la obra comenzada.
En otro lugar el Apóstol, al hablar de la caridad, une inseparablemente con ella la constancia y la paciencia: La caridades comprensiva, la caridad es servicial y no tiene envidia; la caridad no presume ni se engríe; no es mal educada ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. Muestra así que la caridad sólo puede subsistir si sabe soportar todas las cosas.
Y en otro lugar dice: Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos por mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. De está manera demuestra que es imposible mantener la unión y la paz si los hermanos no se toleran mutuamente y si no conservan el vínculo de la unión fraterna mediante la virtud de la paciencia.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Los enemigos actuales de la Iglesia

Los creyentes tenemos un buen tajo por delante para defender la fe, la Iglesia y el derecho que nos asiste a difundir públicamente nuestras convicciones.
Vicente Alejandro Guillamón
Actualizado 16 noviembre 2009
La Iglesia siempre ha estado sometida a la opresión y ataques de sus enemigos desde el mismo Monte Calvario. Y cuando en algún período histórico la hostilidad externa ha disminuido, el diablo se ha encargado de enfrentar a hermanos con hermanos, provocando cismas, herejías, pugnas internas o relajo moral. La situación actual anti-cristiana, especialmente anti-católica, viene del radicalismo jacobino de la III República francesa (1870-1914 ó 1940), de inspiración masónica, herencia de su propia y sangrienta revolución. En el siglo XX irrumpió como el caballo de Atila en la escena mundial, una revolución aún más nefasta y violenta que la anterior, la marxista-leninista, totalmente atea. La barbarie más primitiva se había impuesto en los que pretendían crear una nueva civilización más «progresista». El experimento ha fracasado totalmente a nivel mundial por inhumano, tiránico e irracional. El hecho de que todavía subsistan países comunistas, alguno de las enormes proporciones de China, y en nuestro entorno los últimos mohicanos rojos, no significa que no se trate de situaciones a extinguir que la natural evolución histórica se encargará de disolver. Pero entre tanto tendremos que padecer las salidas de pata de banco de estos ateos apolillados con olor a naftalina, como la de esa de señora finlandesa, italiana de bragueta, «miembra» de la liga de agnósticos, ateos y racionalistas, que ha ganado el pleito en el tribunal masónico de Derechos Humanos de Estrasburgo para suprimir los crucifijos de las escuelas públicas en Italia. La próxima sentencia de tan aséptico y neutro tribunal será, quizás, tapiar o derruir la basílica de San Pedro, a fin de no herir la sensible sensibilidad de estos mequetrefes ignorantes supinos de la historia y cultura de los pueblos. El hundimiento del marxismo comunista, tan tosco como brutal en sus ataques a la religión, ha permitido a la masonería recuperar su vieja hegemonía, si es que la había perdido alguna vez, en este empeño secularista, aunque con maneras más sibilinas pero no menos venenosas. Los masones argumentan que las religiones han sido y son causa de enfrentamientos y conflictos, incluso armados, en la humanidad. Por eso hay que marginarlas, recluirlas en la conciencia de los individuos, eliminarlas de la esfera pública y social. Pero si las religiones pueden ser causa de división social cuando se olvida el principio de reciprocidad, no lo son menos los partidos políticos y las ideologías, con sus pugnas y batallas, a veces cruentas, por alcanzar el poder. Sin embargo, de ello los masones no dicen ni pío, acaso por temor a ser acusados de totalitarios, como realmente son.
domingo, 29 de noviembre de 2009
El adviento; un continuo advenimiento de Cristo hacia nosotros

¿Se puede rezar en toda ocasión? Intuitivamente diríamos que no, pero si Jesús nos lo dice y él no nos pide imposibles, tendríamos que pensar que sí que es posible. Quizás el error viene de que no hemos entendido bien qué es la plegaria. La plegaria es la conciencia de la presencia personal, amorosa y activa de las personas divinas. Rezar no es pensar en Dios, rezar no es reflexionar sobre el evangelio (esto también lo puede hacer un ateo y no hace plegaria). Rezar es la conciencia de la presencia amorosa y activa de las personas divinas.
Dicho esto, ¿qué quiere decir rezar en toda ocasión? Quiere decir que si ando por las calles, estoy con la familia, en el trabajo, con los amigos y tengo esta conciencia de la presencia de las personas divinas, estoy rezando. En cualquier situación, si yo tengo la conciencia de la presencia de Cristo en los demás, estoy rezando, sigo rezando.
sábado, 28 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
La gripe más mortífera

Vivo entre los pobres de los pobres, los últimos de la cadena, los que viven con menos de medio euro al día y tienen una esperanza de vida al nacer de 40 años. Son pobres de la selva africana, pobres felices o, al menos, pobres que saben sacar el jugo a su corta vida y la viven con intensidad
De la gripe del hambre, o la de la malaria, o del sida o de la lepra, se apagan vidas por centenares sin hacer ruido. Basta con abrir el libro de las lágrimas de mi pueblo para darse cuenta de dónde está la peor gripe aunque no se hable de ella en los periódicos.
Soy Rey. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz

EL REINADO DE CRISTO
jueves, 19 de noviembre de 2009
“No reconociste la visita de Dios”
1Mac 2,15-29: "Viviremos según la alianza de nuestros padres"
Sal 49: Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
Lc 19,41-44: "No reconociste la visita de Dios"
La ciudad de Jerusalén era la capital de Palestina en tiempos de Jesús. En ella se concentraba el poder político, religioso y económico de todo el país. Jesús llora al contemplarla, porque ha sido incapaz de reconocer al Mesías, al Salvador. Su importancia política, económica y religiosa le cierra los ojos ante el Hijo de Dios que la ha visitado. Llanto es el profundo sentimiento humano que manifiesta Jesús al saberse no reconocido por los habitantes de Jerusalén. La ceguera de la ciudad es el comienzo del castigo que terminará con su caída y destrucción total en el año 70 de nuestra era. Rechazar el mensaje del Salvador, negarse a dar crédito a sus palabras de justicia y paz, la llevará a la destrucción. Desconociendo que Jesús es el camino por el cual se puede alcanzar la paz y la justicia entre los hombres, la ciudad se ha opuesto a la acción de Dios. De seguro más de alguna vez nosotros nos hemos sentido también rechazados, y nuestras palabras nos han parecido despreciadas. Pero a pesar de todo, como Jesús, hemos de proseguir nuestro camino y ser capaces de entrar donde debamos asumir la cruz. El aceptó con responsabilidad el destino que aquella ciudad enceguecida le tenía deparado. Tal es su ejemplo.
jueves, 5 de noviembre de 2009
“Nosotros ayudamos a los palestinos, no a los cristianos”

El franciscano Artemio Vítores, vicario de la Custodia de Tierra Santa, ha denunciado que todo el dinero español de ayuda a Palestina acaba en manos de musulmanes, mientras que la minoría cristiana no recibe nada. Ante su petición de apoyo al gobierno español, el ministro Moratinos le dijo: “Nosotros ayudamos a los palestinos, no a los cristianos”.
España es el segundo donante mundial de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Pero todo el dinero que recibe dicha autoridad es destinado a la población musulmana. En marzo, Moratinos anunció que España donaría 180 millones de euros a la ANP, entre este año y el que viene.
“Un musulmán –recuerda el P. Artemio– no puede ayudar a un cristiano, porque es considerado un traidor. El cristiano no será nunca aceptado como un palestino hermano por un musulmán”. Y añade que, mientras los países musulmanes ayudan a los palestinos musulmanes, las naciones de mayoría cristiana no hacen lo mismo con los palestinos cristianos.
“En Belén, que con el muro se ha convertido en una prisión, los franciscanos tenemos dos colegios donde estudian 1.150 alumnos, cristianos y musulmanes. Vemos la escuela como un modo de aprender a convivir. Pero en el último año, hemos tenido unas pérdidas de un millón de dólares”, se lamenta el franciscano.
El P. Artemio señala que sólo la Agencia Española de Cooperación Internacional ha aportado alguna ayuda “para las minorías”, entre las que se encuentran los cristianos de Palestina. Según el religioso, tampoco Ana de Palacio ayudó a los palestinos cristianos. La mayor parte de los católicos de Tierra Santa son árabes.
domingo, 1 de noviembre de 2009
LA IMPORTANCIA DE LEER LA PALABRA TODOS LOS DIAS: BENEDICTO XVI

LA IMPORTANCIA DE LEER LA PALABRA TODOS LOS DIAS: BENEDICTO XVI
Ante la gran multitud que acudió hoy a la Audiencia Papal, el Papa Benedicto XVI ha exhortado hoy a todos fieles a escuchar y a reservar un “cierto tiempo” cada día para la lectura y la meditación de la Palabra, especialmente el Evangelio del Domingo. Benedicto XVI dijo textualmente que es “importante reservar un cierto tiempo de cada día” a la meditación de la Biblia, ”para que la palabra de Dios sea lámpara que ilumine nuestro caminar diario sobre la tierra”. La Palabra, pues, ha de iluminar la vida. La vida ha de ser leída e iluminada por la Palabra.
Sin duda, Publicaciones Claretianas vive en sintonía con estos consejos del Papa al proponer un año más a los lectores su libro “Palabra y Vida 2010″ que incluye este año una propuesta de Lectio Divina para el Evangelio Dominical. Palabra y Vida 2010 ya ha sido publicado y está siendo difundido en más de 50 países y en 10 versiones y lenguas distintas, como muestra la página www.palabrayvida.es
El exterminio de los cristianos somalíes
El exterminio de los cristianos somalíes
Fuente: The Economist
Fecha: 30 Octubre 2009
La milicia islamista Shabab, que controla el sur del país, persigue y asesina a los cristianos.
Somalia es probablemente el país del mundo más hostil a los cristianos, dice The Economist (24-10-2009). La milicia islamista Shabab, que domina la mayor parte del sur del país desde 2005, los persigue y aniquila sistemáticamente.
Las iglesias y cementerios cristianos han sido destruidos. Centenares de fieles han sido asesinados. Ser sorprendido con una biblia acarrea la ejecución inmediata.
Solo hay ya alrededor de un millar de cristianos, todos somalíes. Las últimas monjas que quedaban en la capital, Mogadiscio, fueron expulsadas hace dos años.
El gobierno de transición de Sharif Sheid Ahmed, único oficialmente reconocido, y que solo domina un pequeño territorio del sur, no alza la voz en defensa de los cristianos. Aunque se declara moderado, profesa una versión de la sharía donde no hay lugar para ellos. Según su ley, todo somalí es musulmán por nacimiento, y todo el que se convierte a otra religión incurre en apostasía, delito castigado con la muerte.
martes, 27 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
Credo: “Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica”

martes, 6 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
sábado, 3 de octubre de 2009
El tripartito catalán cierra la única televisión católica de Barcelona
domingo, 27 de septiembre de 2009
¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!

1º.- Lo que nos falta a los que pertenecemos al pueblo de Dios, quizá en vez de quejarnos tanto de como van los tiempos deberíamos hacer nuestras las palabras de Moisés : Moisés le respondió: - «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!»
2º.- Una advertencia a los que piensan que se puede jugar con Dios y que después de todo no va a pasar nada se haga lo que se haga : “Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste” ; “El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar”.
Si ésto ocurre con los que escandalizan, ¿Qué pasará con los que los matan?.
sábado, 26 de septiembre de 2009
[Fwd: San Ignacio de Loyola tenía razón]
Benedicto XVI exalta el silencio como forma de encontrar a Dios El Santo Padre habló en su catequesis semanal de la necesidad de "encontrar espacios" para hablar con Dios y dedicó el acto al monje y obispo Pedro Damián
El Papa Benedicto XVI ensalzó el valor del silencio en la necesidad de los cristianos de encontrar a Dios: es fundamental para el católico "saber hacer silencio interior para escuchar la voz de Dios, buscar, por así decir, un salón donde Dios hable con nosotros", considera el obispo de Roma. ![]() Damián fue "básicamente un hombre de oración, de meditación, de contemplación, además de un fino teólogo", explicó el Papa. "Es una gracia grande que en la vida de la Iglesia el Señor haya suscitado una personalidad tan exuberante, rica y compleja, como la suya". Este "intrépido hombre de Iglesia" del siglo XI, como lo llamó Benedicto XVI, nació en Ravena (Italia) y, tras una infancia llena de privaciones, logró destacar como estudiante y profesor. Su amor a la contemplación le llevó pronto al eremitorio de Fuente Avellana, uno de los más austeros de su tiempo. Para Damián, la celda era "el salón donde Dios conversa con los hombres. La vida eremítica es para él la cumbre de la vida cristiana, porque el monje, ya libre de las ataduras del mundo y del propio yo, recibe las arras del Espíritu Santo y su alma se une feliz al Esposo celestial". Esto, explicó el Papa, "es importante también hoy para nosotros, aunque no seamos monjes: saber hacer silencio en nosotros para escuchar la voz de Dios, buscar, por así decir, un salón donde Dios hable con nosotros". ![]() El eremita "vio que no era suficiente contemplar y tuvo que renunciar a la belleza de la contemplación para ayudar en la obra de renovación de la Iglesia. Renunció así a la belleza del eremitorio y con valor emprendió numerosos viajes y misiones", narró el Papa. Este gran escritor "desarrolla una teología de la Iglesia como comunión", pues "está unida por el vínvulo de la caridad hasta el punto de que, como es una en muchos miembros, también está toda reunida místicamente en uno solo de sus miembros". "Esto es importante: no sólo que toda la Iglesia universal está unida, sino que en cada uno de nosotros debería estar presente la Iglesia en su totalidad", añadió el Papa. |
jueves, 24 de septiembre de 2009
Nota del Comité Ejecutivo

Ante la fallida reprobación del Papapor una Comisión parlamentaria
Madrid 24 de septiembre de 2009
“Las instituciones del Estado democrático, a través de las cuales se expresa la soberanía popular, son las únicas legitimadas para establecer las normas jurídicas de la convivencia social” (Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, Instrucción Pastoral Moral y sociedad democrática).
Precisamente por eso, lamentamos profundamente que en su día se haya admitido a trámite y que hoy se haya votado en Comisión parlamentaria una reprobación de las palabras y de la actuación de Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Con tales acciones el Parlamento pone en peligro el principio de la libertad religiosa. En efecto, la justa distinción entre Estado y sociedad y, más en concreto, entre Estado e Iglesia y entre el orden político y el orden moral, exige que las instituciones del Estado se abstengan de intervenir en el libre desarrollo de las instituciones religiosas, y en nuestro caso, de la Iglesia Católica, mientras no esté probado que atenten contra el orden público. Tratar de interferir por medio de reprobaciones políticas parlamentarias en la guía moral que el Papa ejerce en la Iglesia mediante su Magisterio ordinario, contradice seriamente el principio de no intervención y lesiona el derecho de libertad religiosa.
La Iglesia Católica, al exponer la doctrina moral que se deriva del Evangelio, contribuye a la formación de las personas como verdaderos sujetos responsables y como ciudadanos capaces de colaborar en la consecución del bien común. El Magisterio de la Iglesia propone a los católicos y a todos los hombres unos principios de vida que no quiere ni puede imponer a nadie, pero que no dejará de anunciar con toda libertad de acuerdo con la misión recibida.
Expresamos de nuevo al Papa el afecto y la adhesión más cordial de los obispos y de todos los católicos españoles.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Un Señor, una fe, un bautismo

sábado, 19 de septiembre de 2009
Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades».
AMÉN
viernes, 18 de septiembre de 2009
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas?
¿Si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
Aunque en vida se felicitaba:
“Ponderan lo bien que lo pasas”,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
lunes, 7 de septiembre de 2009
FUE JESUCRISTO EN «LA PASIÓN» DE MEL GIBSON

Jim Caviezel acepta «jugarse su carrera» diciendo lo que piensa sobre el aborto
El actor norteamericano, que cumplirá este mes los 41 años y es conocido por sus posiciones pro-vida, ha declarado a la revista Catholic Digest que no entiende que se presente el aborto como una ayuda para la mujer.
«No amo tanto mi carrera como para permanecer callado ante esto»: así de claro ha sido Jim Caviezel al mostrar una vez más su oposición al aborto, en una entrevista concedida a la revista Catholic Digest.
Pese a conocer bien el poder del lobby anticristiano y proabortista en Hollywood (lo padeció en sus carnes durante el rodaje y exhibición de La Pasión de Mel Gibson, donde interpretó a Jesucristo), el actor norteamericano, nacido en 1968 en Mount Vernon, Washington, fue muy claro al declarar: «Estoy a favor de ayudar a las mujeres. Pero no veo que el aborto ayude a las mujeres... Defiendo a todos y cada uno de los niños que no han nacido». Desde la célebre sentencia Roe vs Wade en 1973, en Estados Unidos han sido eliminados casi 52 millones de niños.
Caviezel, estrella en otras películas de éxito como Frequency (2000) o Déjà vu (2006) o series como El conde de Montecristo (2002), defendió que un cristiano debe ser coherente con su fe a pesar de los riesgos que ello implique: «No tienen ningún valor ir a misa el domingo si no aplicas a tu vida diaria lo que allí aprendes».
domingo, 6 de septiembre de 2009
¡Fiestas, sí; «pan y circo», no!
domingo, 30 de agosto de 2009
Las columnas del mundo
Las columnas del mundo Atrevámonos por unos minutos a coger nuestra vida por las solapas Autor: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Razones para el amor | |
Me parece terrible decirlo, pero creo que no exagero ni un átomo si aseguro que noventa y cinco de cada cien habitantes de este planeta no se han preguntado jamás -digo «jamás»-- completamente en serio -digo «en serio»-- cuáles son las columnas sobre las que se apoya su vida, cuál es el eje de su existencia, para qué viven verdaderamente. ¿Y de los otros cinco? Dos se lo preguntaron una vez hace años, y ya lo han olvidado; otros dos se dieron a si mismos respuestas tranquilizadoras, que luego no coinciden en nada con la realidad de lo que viven. ¿Y el último? El último... iba a decir que es el santo, pero diré con más exactitud que es el único hombre que existe de cada cien que pisan este mundo. Me temo que el lector esté pensando que comienzo estas líneas demasiado duramente, que soy tal vez pesimista, que... no es para tanto. Pero me pregunto si no será bueno comenzar cogiendo el alma por donde quema y enfrentándonos con nuestro propio espejo. ¿Somos realmente seres vivientes? Esta, creo, es la primera y capital de las preguntas a que todo hombre tiene obligación de responder. Porque ¿qué ganaríamos engañándonos a nosotros mismos si, al final, somos corresponsables de esa mediocridad colectiva del mundo de la que tanto hablamos? Atrevámonos por unos minutos a coger nuestra vida por las solapas. Y empecemos por preguntarnos cuáles son, en realidad, las columnas que sostienen el mundo en que vivimos. Haced esta pregunta por las calles, y todos os responderán -con impudicia y sin la menor vergüenza- que «el sexo, el dinero y el poder». Los tres ídolos, los tres quicios, las tres columnas que sostienen el camino de la humanidad. ¿Y no estará el mundo tan enloquecido precisamente por apoyarse en tales pilares casi con exclusividad? Un hombre de hoy triunfa -decimos- cuando tiene esas tres cosas. Y está dispuesto a luchar como un perro por esos tres huesos si están lejos de él. Naturalmente, no voy yo a decir nada contra la sexualidad, que está muy bien inventada por Dios como uno de los grandes caminos por los que puede expresarse el amor. Hablo aquí del sexo sin amor, que parece ser el gran descubrimiento de los tiempos modernos. Tal vez de todos los tiempos, pero de ninguno con los tonos obsesivos que la erotización ha conseguido en el nuestro, hasta el punto de que hay que preguntarse si no vivimos ya en una civilización de adolescentes inmaduros. El hombre de hoy no es que disfrute del sexo, es que parece vivir para él. O eso, al menos, quiere hacernos creer el ambiente de nuestras calles, las pantallas de nuestros televisores, el pensamiento circulante de los predicadores de la libertad sexual. Léon Bloy podría decir hoy más que en su siglo que para el hombre real la mayor de las bienaventuranzas es llegar a morir en el pellejo de un cerdo. ¿ Pero hay algo menos libre que lo que llaman la libertad sexual? No estoy escribiendo estas líneas como un «moralista». Simplemente como un hombre preocupado. Porque creo que Unamuno tenla toda la razón del mundo cuando aseguraba que «los hombres cuya preocupación es lo que llaman gozar de la vida -como si no hubiera otros goces- rara vez son espíritus independientes». Es cierto: no hay hombre menos humano que el libertino. Y ese tipo de conquistador se presenta hoy como el verdadero «triunfador» en este mundo. La columna número dos es el dinero -y sus congéneres o consecuencias: el placer, el confort, el lujo-. Si algún dogma vivimos y practicamos es éste: el dinero abre todas las puertas; el dinero no es que dé la felicidad, es que él mismo «es» la felicidad. En conquistarlo invierten los hombres la mayor parte de sus sueños. A él se subordinan todos los valores, incluso por parte de quienes se atreven a predicar las terribles malaventuranzas que Jesús dijo contra los ricos. Pero los propios cristianos nos las hemos arreglado para que aquello del evangelio -«es más difícil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de los cielos»-- haya preocupado hasta ahora mucho más a los camellos que a los ricos. Hemos conseguido sustituir esa frase por la que es verdaderamente el evangelio del siglo XX: «Los negocios son los negocios.» Y así es como hemos convenido todos en que «el fin de la vida es ganar mucho dinero, y con él, comprar la muerte eterna», como escribiera Bloy. Y de nada sirve para alterar nuestro dogma el comprobar que el dinero da todo menos lo importante (la salud, el amor, la fe, la virtud, la alegría, la paz): al fin preferimos el dinero a todos esos valores. E incluso creemos que el dinero da la libertad, cuando sabemos que todos renunciamos a infinitas cotas de libertad para conseguirlo. Más difícil es aún entender nuestra obsesión de poder. Jefferson aseguraba que jamás comprenderla cómo un ser racional podía considerarse dichoso por el solo hecho de mandar a otros hombres. Y, sin embargo, es un hecho que el gran sueño de todos los humanos es «mandar, aunque sea un hato de ganado», que decía Cervantes. Sabemos que nada hay más estéril que el poder -ya que a la larga son las ideas y no el poder quienes cambian el mundo--; sabemos que «el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente», pero apostamos por esa corrupción; sabemos que el poder da fuerza, pero quita libertad; pero nos siguen encantando los puestos y los honores aun cuando estemos convencidos de que «la fuerza y el miedo son dos diosas poderosas que levantan sus altares sobre cráneos blanqueados», en frase de Mika Waltari. Mandar, mandar. Seremos felices, pensarnos, el ella en que los que están bajo nuestra férula sean más que aquellos que nos mandan. Y ni siquiera observamos la terrible fuerza transformadora que el poder tiene: «Te crees liberal y comprensivo -decía Larra-. El día que te apoderes del látigo, azotarás como te han azotado.» Y es que el poder -todo poder- vuelve incomprendido (de ahí la soledad radical del poderoso) y hace incomprensivo: un poderoso no «puede» comprender, no «puede» amar, aunque se engañe a sí mismo con falsos paternalismos. Maurois tuvo el coraje de confesarlo: «Cuando empecé a vivir en el campo de los que mandan, me fue imposible durante mucho tiempo comprender las penas de los que son mandados». Porque todo poder lleva en su naturaleza la ceguera del que lo posee. Desde abajo se ve mal. Desde arriba no se ve nada: la niebla del orgullo cubre el valle de los sometidos. Y, sin embargo, ahí está el hecho: la humanidad entera vive luchando como una jauría de perros por conseguir esos tres huesos, dispuestos los hombres a volverse infelices para conseguirlos, seguros de que la felicidad llegará cuando los poseamos. Así, destrozan los hombres hasta su salud para conseguir un dinero y un poder que luego gastarán para recuperar -cuando ya sea tarde- la salud. En la conquista de esos tres dogmas se apoya el gran sueño de lo que llamamos «vivir la vida». Viven la vida quienes los tienen. Los demás -pensamos- son hombres incompletos. Y como esos tres dogmas se resumen en uno --el egoísmo--, la búsqueda de los tres es, en rigor, una lucha contra los demás. Porque no son cosas que se puedan compartir: o las tengo yo o las tienen los demás. Habrá que arrebatarlas. Y ya tenemos el mundo convertido en una selva. Si fuésemos del todo sinceros confesaríamos que es cierta la afirmación de Bloy: «Vivir la vida consiste en adueñarse de la ajena. Los vampiros estarían de acuerdo», ya que en realidad «uno vive su vida cuando ha conseguido instalarse en el firmísimo propósito de ignorar que hay hombres que sufren, mujeres desesperadas, mitos que mueren. Uno vive su vida cuando hace exclusivamente lo que es grato a los sentidos, sin darse querer darse por enterado de que en el vasto mundo hay almas y que él mismo tiene una mísera alma expuesta a extrañas y terribles sorpresas». Pero ¿existe verdaderamente un alma? ¿Tenemos verdaderamente un alma? ¿Quién piensa en ella? ¿Quién dedica a su alma y a las columnas que la sostendrían al menos una décima parte del tiempo que vivimos sobre la tierra? Esta es, me parece, la pregunta verdaderamente decisiva: ¿Hay sobre la tierra otros valores por los que valdría ciertamente la pena de vivir? ¿Otros valores con los que podríamos ser felices? ¿Otras columnas sobre las que nuestra condición humana sería diferente? Este artículo quiere apostar por una idea absurda: si los hombres, si al menos muchos hombres, construyeran sus vidas sobre columnas diferentes -el amor, la solidaridad, el trabajo, la confianza, la justicia, la sencillez- este mundo sería diferente. Y vividero. Comenzaría a romperse esa soledad que nos agarrota. Ingresaríamos en el mercado común de la felicidad. Porque es terrible pensar con cuánta tozudez seguimos apoyándonos en las columnas que son la verdadera causa de nuestra desgracia. |
miércoles, 19 de agosto de 2009
Veintiún misioneros, entre ellos dos españoles, asesinados en los primeros meses de 2009

Asia registra el mayor número de asesinatos, suguido de América y África.
lunes, 10 de agosto de 2009
QUIÉN IMPONE A QUIÉN?
sábado, 25 de julio de 2009
Vivencias desde Lourdes




viernes, 17 de julio de 2009
martes, 14 de julio de 2009
sábado, 11 de julio de 2009
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación
Por lo tanto : Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación : Tu Hijo Jesucristo.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Por su medio hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.
Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en el que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.
Oigo en mi corazón buscad Mi Rostro, Tu Rostro buscaré Señor, no me escondas Tu Rostro.
lunes, 6 de julio de 2009
domingo, 5 de julio de 2009
El Papa rechaza brutal atentado en las afueras de una iglesia en Filipinas
El Santo Padre explicó que en este ataque atribuido, según la policía local, a extremistas musulmanes, “la explosión de una bomba frente a la Catedral (de Cotabato) durante la celebración de la Misa dominical, ha causado algunos muertos y numerosos heridos, entre los cuales hay algunas mujeres y niños”.
“Mientras rezo por las víctimas de este innoble gesto, elevo mi voz para condenar una vez más el recurso a la violencia, que no constituye nunca una vía digna para la solución de problemas existentes”, añadió.
En este atentado, cuatro personas, incluidos dos soldados, murieron en el acto y una quinta víctima falleció en el hospital, según la policía.
Benedicto XVI también elevó sus oraciones por las víctimas del reciente accidente ferroviario ocurrido en la localidad italiana de Viareggio, así como por sus familiares y amigos; al tiempo que hizo votos para que “incidentes similares no se repitan y que se garantice a todos la seguridad en el trabajo así como en el desarrollo de la vida cotidiana”.